Pese a todo lo que pueda
parecer a tenor de lo contado, 2018 también me ha deparado muy buenas noticias.
Incluso me ha convertido en protagonista de acontecimientos que jamás olvidaré.
Y ahora como de lo que se trata es de seguir la prescripción psicológica y ver
el vaso medio lleno, voy a hacer un somero repaso de los hechos más destacados
del año que está por cerrarse. Los que me hicieron feliz. Un brindis por ellos.
1.
El nacimiento de mi hija y el ser padre. Lo más bonito que he vivido
en toda mi vida. Algo que me ha cambiado la rutina del día a día y la
percepción sobre la misma. Un acontecimiento que no tuvo lugar antes por mor de
mi enfermiza obsesión con el trabajo, lo que provocaba que nunca encontrase el
momento ideal para ponerme manos a la obra. Además, el alumbramiento cumplió uno de mis grandes sueños de siempre: ser el papá de una niña.
2.
La salud de los míos. Pese a que mis padres son ya mayores y
tienen sus achaques no han visto empeorados sus estados, lo que viene a unirse
al hecho de que mi cría y mi mujer no han sufrido ningún tipo de episodio
grave.
3.
La vuelta de Alma. Diez años después, y casi al rescate,
regresó a mi vida aquella persona que retomó el título de mejor amiga. Y lo
hizo para convertirse también en cómplice, confidente y guardiana de secretos
que sólo ella conoce. En una persona con la que poder hablar de todo, incluso de fútbol. Una sorpresa muy agradable envuelta en papel celofán.
4.
El haber iniciado mi reciclaje. A un paso lento, pero
firme. La situación laboral a la que me vi abocado supuso que tuviera que coger
el toro por los cuernos y comenzar a poner las bases del que será mi nuevo
perfil laboral. Espero que en 2019 comience a sentirme en este sentido 'vivito y coleando' y pueda recoger frutos.
5.
El recuerdo de Nick. Nick es un luchador al que descubrí cuando
no era nadie, solo una promesa de los deportes de contacto. Y mientras estuvo
activo fui dando fe de su progresivo crecimiento, lo que le llevó a convertirse
en aspirante al título de España. Que es algo que acabó consiguiendo en un combate en el que me esperaba, pero al que ya
no asistí por encontrarme de baja. Pese a ello, y a que no lo felicité, tuvo el
'detallazo' de llamarme al día siguiente por teléfono.