martes, 1 de enero de 2019

2019: VUELTA A NORUEGA

Creo que no hubo mejor manera de echar el cierre a 2018 que volviendo a tener noticias de José Luis Noruega, un amigo de verdad al que casi, casi, daba por perdido. La distancia, pues él vive en las Islas Canarias, sus obligaciones como alto cargo de la Guardia Civil, pero sobre todo como padre, nos distanciaron en un momento crítico para mí. Tanto, que he de reconocer, lo confundí entre esos muchos que dejaron de estar porque yo dejé de ser. 

Craso error. En las cerca de dos horas que pudimos estar al teléfono volvió a ocurrir lo que es propio entre dos íntimos: como si el tiempo de distanciamiento no hubiera pasado, repasamos nuestras vidas sin guardarnos nada e incluso nos dio tiempo de desviarnos hacia temas menores, de índole político o deportivo. 


El caso es que por aquello de que volvió a estar de vuelta uno de los imprescindibles las sensaciones no pudieron ser mejores. Más que nada, recuerdo, porque estoy en una época en la que necesito de refuerzos y con el suyo sigo conformando un equipo con los mejores, de auténticas garantías,que decimos que los periodistas deportivos, para afrontar con fortaleza lo que me depare el destino. 

Han transcurrido ya cinco lustros desde que nos conocimos en el instituto, formando parte de una generación única, sin vergüenza y Sin Documentos(como el éxito del momento), pero con ganas sobradas de reírnos del mundo. Y aunque no siempre pudo ser así confío en que aún queden por echarnos muchas risas y el rato al real con el que hacer más llevadera también la cuenta atrás que ya tenemos echada.

Ojalá sus obligaciones se lo permitan.

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